El gobierno interino de Ucrania lanzó durante la madrugada de este lunes un masivo operativo militar en la ciudad de Slaviansk, donde militantes prorrusos armados habían tomado la comisaría e izaron la bandera rusa en el edificio de la municipalidad. Sin embargo, el operativo no logró desarmar el levantamiento separatista.

Desde su página de Facebook, el ministro del Interior ucraniano, Arsen Avakov, informó que al menos un oficial del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) murió y otros cinco agentes resultaron heridos durante el operativo, y que "los separatistas también sufrieron bajas", según la agencia de noticias EFE.

Más tarde, un miliciano prorruso, Nilolai Solntsev, le dijo a la agencia de noticias de Moscú RIA que al menos un activista opositor había fallecido y otros dos habían resultado heridos en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad ucraniana.

Los militares lograron tomar el control del aeropuerto, pero unos 200 milicianos prorrusos fatigados y armados con fusiles Kalashnikov mantenían barricadas en el puente sobre el río Kazionni Torets, en uno de los accesos a Slaviansk. Además, también seguían bloqueando la calle Svoboda (Libertad), la principal vía de acceso al centro de la ciudad.

Al norte de allí, en Jarkov, la movilización de los sectores prorrusos pusieron en vilo a la ciudad. Primero, un grupo de militantes se enfrentó con una manifestación que apoyaba al nuevo gobierno de Kiev, que reemplazó en febrero pasado al presidente destituido, el prorruso Viktor Yanukovich, tras meses de masivas marchas en la capital ucraniana.

Según medios locales, los choques dejaron varios heridos y pese a que la policía logró finalmente separar a los dos grupos, varios militantes prorrusos se dirigieron a la sede de la municipalidad y bloquearon completamente el edificio, dejando adentro de rehén al intendente, Guenadi Kernes, según informó la agencia de noticias Interfax-Ucrania.

El tercer epicentro de la tensa jornada estuvo, nuevamente, en la región de Donetsk, donde manifestantes prorrusos tomaron las municipalidades de la ciudad portuaria de Mariupol y de Yenakievo, una localidad de 85.000 habitantes a 50 kilómetros de Donetsk, la capital de la región, donde desde hace una semana el gobierno local está tomado por los separatistas que declararon de forma unilateral la independencia.

La toma de la municipalidad de Mariupol se produjo después de un acto en favor de la creación de la "República de Donetsk", que congregó a poco más de un millar de personas en el centro de esa ciudad, de casi medio millón de habitantes.

El gobierno ucraniano había anunciado el fin de semana una "operación militar a gran escala" contra los grupos de activistas prorrusos que ocuparon edificios públicos durante las últimas dos semanas, lo que se intensificó durante el fin de semana en varias ciudades del este del país.

En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, que se llevó a cabo en la noche del domingo en la sede del organismo en Nueva York, el embajador ucraniano, Yuriv Sergeyev, afirmó que su país no va "a dejar que el escenario de Crimea se repita en el este de Ucrania".

Sin embargo, también en la ONU, Rusia instó a Kiev a no utilizar la fuerza contra los manifestantes en el este del país.