En el día de hoy el mundo se conmocionó ante la caída de un avión con 295 pasajeros al este de Ucrania que podría haber sido derribado- aún no se sabe si accidentalmente- bajo orden militar.

"El líder ruso informó al presidente de Estados Unidos sobre un informe de los controladores aéreos que llegó justo antes de su conversación telefónica indicando que un avión malasio se había estrellado en Ucrania", dijo el Kremlin en un comunicado. La comunicación entre los dos líderes estaba programada con anterioridad a la tragedia.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que la conversación tuvo lugar "temprano" en la mañana. La comunicación se inició antes de que los medios informaran sobre el avión de pasajeros malasio que se estrelló en la región de Donetsk, este de Ucrania.

La aviación rusa informó que el avión fue abatido cuando volaba a a 10.000 metros de altura. Desde Kiev, culpan a un misil tierra-aire lanzado por los rebeldes, mientas que éstos acusan al ejército ucraniano de haber utilizado un arma similar. El avión derribado pertenece a la misma compañía aérea del vuelo que  desapareció el 8 de marzo en el Océano Indico y del cual aún se desconoce el paradero.

Obama marcó sus prioridades

Por otro lado, el presidente Barack Obama señaló que su prioridad es averiguar si había ciudadanos estadounidenses a bordo del vuelo MH17. Y señaló que es necesario  "determinar qué pasó y por qué".

“Como país, nuestros pensamientos y oraciones están con todos los pasajeros y sus familiares, donde quiera que estén”, concluyó el presidente, en una intervención muy breve en la que no hizo referencia a las posibles causas del suceso. Además destacó que se ofrecerá “toda la asistencia que pueda para ayudar" a esclarecer los hechos.

El presidente de Ucrania  Petro Poroshenko declaró que:  "Esto no es un incidente ni es una catástrofe, sino un acto terrorista'", según informó el jefe de prensa, Sviatoslav Tsegolko, en su cuenta de Twitter.