A pesar que la tormenta no haya sido tan fuerte como se esperaba, la ciudad permaneció paralizada por miedo a que puedan haber accidentes o complicaciones.

Por eso el alcalde puso multas de hasta 3.000 dólares para quienes transiten por la vía pública durante la noche, en una ciudad que amaneció tapada por gran cantidad de nieve.

Igualmente, a partir de las 7:30 las prohibiciones se levantaron y comenzó de a poco a normalizarse una ciudad que estuvo realmente paralizada por la tormenta.

En algunas zonas (las más golpeadas) el nivel de nevada alcanzó los dos metros, siendo una de las más duras de la historia. Aunque en niveles generales, la ciudad no sintió tanto el cimbronazo.

El gobernador Andrew Cuomo, afirmó que las experiencias de tormentas anteriores sirvieron para "reforzar la seguridad". Un ejemplo de esto, es que el subte (más conocido como metro en NY) se cerró por primera vez en 110 años a raíz de la tormenta.

La gente mostró la realidad de las calles esta mañana en las redes sociales: