A principios de mes, una hermana de la congregación de las Misioneras de la Caridad -la orden creada por la Madre Teresa de Calcuta- fue detenida y denunciada de vender al menos siete bebés: el refugio para madres solteras ubicado en Ranchi, estado de Jharkhand (India) viene siendo investigado.

En las últimas horas, de acuerdo al sitio India Today, la religiosa detenida llamada Cornelia confesó ser responsable de al menos tres casos donde entregó niños a parejas que pagaron cerca de 1500 euros.

Además, una asistente de la hermana Cornelia también confesó haber ayudado. El escándalo salió a la luz el 5 de julio, cuando Cornelia y otras dos religiosas fueron demoradas e interrogadas sobre el funcionamiento del centro para embarazadas solteras, fundado por la Madre Teresa de Calcuta.

Según informó el periódico español El País, la denuncia sobre la venta de un niño de apenas 14 días de vida a una pareja incapacitada para tener hijos destapó la investigación, logrando que el bebé fuera devuelto a las autoridades.

Monja de la orden creada por la Madre Teresa confesó haber vendido bebés de refugiadas

La pareja llegó hasta el Comité para el Bienestar de los Niños de la ciudad de Ranchi, donde reveló lo ocurrido -el pago de 120 mil rupias para hacerse con la custodia del recién nacido- con la excusa por parte de las religiosas de cubrir gastos médicos, según informó elmundo.es

"Nos han dicho que al menos cinco o seis bebes han sido vendidos. Estamos investigando para ver cómo se produjo la operación y cuántos niños más se han entregado en los últimos años", manifestó el superintendente de la policía Aman Kumar.

El lugar investigado forma parte de la congregación establecida por la Madre Teresa, proclamada Santa por la iglesia católica en 2016.

De acuerdo al informe de El Mundo, este tipo de refugios para embarazadas, clínicas y distintas organizaciones benéficas en India ocultan más de tres mil adopciones ilegales al año, mientras hay 12 mil parejas anotadas en lista de espera.

Las descripciones coinciden en señalar que son mujeres jóvenes que no querían ser madres, pero que no pudieron abortar y ven en estos lugares religiosos donde se les ofrece dinero a cambio del niño, la salida a su urgente situación. Muchas veces son informadas de la muerte ficticia del niño, y en esos casos se presume que se perpetran las ventas.