El gobierno mexicano informó el pasado lunes que inhabilitó por cuatro años a la empresa constructora Odebrecht para realizar contratos con dependencias gubernamentales.

Se trata de la  empresa brasileña envuelta en una gigantesca trama internacional de corrupción que sacudió a numerosos círculos de poder en Latinoamérica. 

Odebrecht no podrá participar "en procedimientos de contratación o celebrar contrato alguno" con entidades de la administración pública federal, empresas productivas del Estado ni sus subsidiarias, ni con gobiernos estatales cuando utilicen recursos federales, indicó una disposición de la Secretaría de la Función Pública publicada en el diario oficial.

El documento agrega: "Los contratos adjudicados y los que actualmente se tengan formalizados con la mencionada infractora (Odebrecht), no quedarán comprendidos en la aplicación de la presente Circular". 

En el caso de México, fue el exdirector de la petrolera estatal Pemex, Emilio Lozoya, quien se vio ligado a la trama corrupta ya que habría recibido al menos 10 millones de dólares en sobornos para favorecer a la empresa en licitaciones de obras públicas, según el testimonio de un ex ejecutivo de la constructora ante la justicia brasileña.

Lozoya que estuvo al frente de Pemex hasta el 2016 también es acusado de haber recibido dinero para la campaña del actual presidente mexicano Enrique Peña Nieto, en la cual se desempeñaba como coordinador internacional.

Las confesiones de altos ejecutivos de Odebrecht han servido para enjuiciar y hasta llevar a la cárcel a ex presidentes y altos funcionarios en países como Brasil, Perú y Colombia.

(AFP)