En el medio de la crisis que atraviesa Venezuela, Nicolás Maduro comunicó a su pueblo: “Hoy, 1º de mayo, anuncio que en uso de mis atribuciones  presidenciales como jefe de Estado constitucional de acuerdo al artículo 347 de la Constitución convoco al poder constituyente originario para que la clase obrera y el pueblo en un proceso popular constituyente convoque a una Asamblea Nacional Constituyente”. 

Y subrayó: “Yo convoco al poder constituyente originario para lograr la paz que necesita la República, para derrotar a la violencia fascista”. 

Textualmente, la Constitución venezolana de 1999 señala en  su Capítulo III. De la Asamblea Nacional Constituyente:. Artículo 347. "El pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución".

Asimismo, el Artículo 349, dice: "El Presidente o Presidenta de la República no podrá objetar la nueva Constitución. Los poderes constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la Asamblea Nacional Constituyente. Una vez promulgada la nueva Constitución, ésta se publicará en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela o en la Gaceta de la Asamblea Nacional Constituyente".

El mandatario indicó que activará una “Constituyente ciudadana, no de partidos políticos”, por lo que la misma sería “electa con el voto directo del pueblo para elegir unos 500 constituyentes, aproximadamente”, mientras que “unos 200” serían elegidos directamente por los movimientos sociales como los sindicatos, el “poder popular”, los indígenas, grupos de la “sexodiversidad” o las mujeres organizadas.

El gobernante no aclaró si la Constituyente se encargaría de redactar una nueva Constitución o se limitaría a reformar la actual Carta Magna, aprobada por referéndum en diciembre de 1999 tras un proceso convocado por el fallecido presidente Hugo Chávez.

Maduro sostuvo que la Asamblea Constituyente tendría como objetivo “reformar el Estado, sobre todo esa Asamblea Nacional podrida que está allí”, constituida por una clara mayoría opositora tras las elecciones parlamentarias celebradas en diciembre de 2015.

Por su parte, la oposición venezolana llamó a rebelarse contra la convocatoria de Maduro a la Asamblea Constituyente, advirtiendo que reafirma un “golpe de Estado” para evadir elecciones.

“Es una estafa para engañar al pueblo con un mecanismo que no es otra cosa que agravar el golpe de Estado y buscar con la Constitución destruir la propia Constitución, la democracia y el voto”, denunció en rueda de prensa Julio Borges, presidente del Parlamento.  Y agregó: "“Lo que hoy se está dando es el peor golpe de Estado contra la Constitución. Tienen que jugar un papel para que la solución sea la convocatoria de elecciones. Ustedes no pueden permanecer callados mientras se pisotea la Constitución”.