En el año 2009 la Argentina presentó un reclamo en la Organización de las Naciones Unidas sobre los límites de su plataforma marítima; finalmente en  el día de ayer se conoció que la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC) de la ONU reconoció de forma unánime el planteo argentino extendiéndola un 35 %. 

La decisión que generó amplias repercusiones internacionales, como la furia kelper, también afectó las economía de empresas británicas.  

Las acciones de la compañía Premier Oil cayeron un 4,3 % mientras que las de la empresa Rockopper bajaron hasta un 5,26%. Ambas empresas están involucradas el proyecto llamado Sea Lion, que está autorizado el gobierno británico en la zona de Malvinas pero sin reconocimiento argentino.