En un hecho histórico que las autoridades colombianas no quieren dejar pasar; el Clan del Golfo - la banda de narcotráfico más poderosa de ese país- mostró voluntad para empezar a colaborar con la justicia a cambio de beneficios penitenciarios.

"El pasado 3 de septiembre recibimos del jefe una manifestación expresa de la voluntad de acogerse a la justicia", fue lo que informó Santos y aclaró que no se trata de una negociación como la que tuvo lugar con las FARC o la que pueda tener con el ELN.  

"No hay ninguna posibilidad porque son delincuentes y narcotraficantes", subrayó el mandatario pero no descartó escuchar la oferta para brindar beneficios legales en caso de colaborar con las autoridades.

"El sometimiento colectivo de organizaciones criminales no está previsto en la legislación colombiana", planteó el fiscal general Néstor Humberto Martínez y destacó: "Debe condicionarse al cese absoluto de las actividades delictivas, a la entrega del patrimonio ilícito y de los cultivos y rutas del narcotráfico”.

Desde hace un año, un grupo de abogados contratados por el Clan- liderado por Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel (cuya recompensa por captura es de cinco millones de dólares)-, comenzó a enviar mensajes al Gobierno de Santos con ánimos de realizar un pacto político.

A fin de agosto de este año, los medios informaron la muerte del número 2 del Clan del Golfo, Roberto Avila, alias "Gavilán"
A fin de agosto de este año, los medios informaron la muerte del número 2 del Clan del Golfo, Roberto Avila, alias "Gavilán"

La banda dedicada esencialmente a la producción, venta y distribución de droga, la minería ilegal y la extorsión, buscaba obtener un acuerdo como el que tuvo lugar con las FARC en La Habana.

Se calcula que el Clan del Golfo tiene unos 3.000 integrantes, entre hombres fijos y colaboradores. "Por el momento no sabemos cuántos se someterían a la justicia ordinaria ni en qué condiciones", destacó el vicepresidente de Colombia.