Los principales instigadores de la portación de armas irrestricta en los países de la región, como Mliei o Kast, tienen su inspiración en Jair Bolsonaro, el primero en correr los límites de la discusión pública por estas tierras.

A su pasión por las personas armadas le suma el fervor religioso, un cóctel molotov listo para explotar que solo el establishment brasileño a espaldas de los expandidos PMDB y PDSB lograron atenuar.

Y de ese combo sale una nueva escena protagonizada por Mito, quien con un carisma especial dice las cosas sin que uno logre saber si está haciendo un chiste, riéndose de sí mismo o diciendo lo primero que pasó por su cabeza, esta vez con la participación especial del Libro Sagrado.