El papa Francisco llegó el domingo al aeropuerto internacional de Tel Aviv, en Israel, en la tercera etapa de su visita a Tierra Santa. El Sumo Pontífice arribó en un helicóptero militar jordano procedente de Belén, en territorio palestino, y fue recibido por el presidente de Israel, Shimon Peres, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, entre otros dirigentes de los tres poderes, del Ejército y de las fuerzas de seguridad, según marca el protocolo local.

Durante su discurso, el Papa hizo un llamado a la paz: "Jerusalén significa ciudad de la paz, así lo quiso Dios. Pero lamentablemente está atormentada por conflictos. Es urgente la necesidad de la paz. Por eso deben multiplicarse los esfuerzos para una resolución justa de los conflictos. Yo les ruego a todas las autoridades que no dejen nada por hacer para buscar soluciones justas para que israelíes y palestinos puedan vivir en paz", afirmó Francisco ante las autoridades israelíes.

En el marco de su gira por Medio Oriente, agregó: "Pido que se reconozca el derecho a la existencia del Estado de Israel y pido que se reconozca el pueblo palestino tiene derecho a una patria soberana. Que la solución de dos estados se haga realidad y no se quede un sueño".

Luego volvió a invitar a las autoridades de Israel y Palestina a una reunión en el Vaticano para rezar por la paz.

Francisco dividirá su visita de apenas 24 horas a Jerusalén entre el diálogo ecuménico con la Iglesia ortodoxa, el peregrinaje a los lugares santos y una visita a las autoridades israelíes.