El Gobierno israelí ha anunciado la próxima despenalización del uso de marihuana. El Estado hebreo busca adaptar su legislación sobre drogas a la realidad social de un país donde un 9% de sus 8,5 millones de habitantes consumen cannabis.

Según la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, fumar un porro en público ya no será delito, pero estará sancionado con una multa. Solo conllevará una sanción penal en caso de reiterada reincidencia.

“La policía va a poder derivar medios y recursos que ahora se emplean en combatir el uso personal [de drogas blandas] en lugar de a la lucha contra sustancias más peligrosas”, aseguró el ministro de Seguridad Interior, Gilad Erdan, al anunciar la reforma legal. 

Según los datos presentados ante el Parlamento israelí por el Ministerio de Seguridad Interior, el número de casos abiertos por las fuerzas de seguridad por consumo de marihuana ha caído un 30% desde 2010.

La diputada laborista Shelly Yacimovich ha expresado el apoyo de la oposición a la reforma. “El consumo de cannabis entra dentro del espacio de las libertades individuales en el que el Estado no debe intervenir si no se causa daño a nadie”, dijo al diario Haaretz. Pero a la cuarta irá la vencida y pondrán abrirse diligencias penales por consumo de hierba. A los menores de edad solo se les podrá llevar ante el juez en caso de que rechacen sometiese a un programa tratamiento de deshabituación.

Israel es precisamente uno de los líderes mundiales en el cultivo y administración de marihuana para uso médico. Más de 25.000 personas, entre ellos muchos pacientes oncológicos, están autorizados por el Ministerio de Sanidad a adquirir cannabis o uno de sus derivados en farmacias que cuentan con un permiso especial de venta.

Fuente: El País