La secretaria de Estado para la Igualdad entre los hombres y las mujeres en Francia, Marlène Schiappa, ha anunciado este lunes los planes del Ejecutivo para presentar en 2018 un proyecto de ley “contra la violencia sexista y sexual”. 

Además de tipificar el acoso callejero, el Gobierno de Macron busca poder prolongar el periodo de prescripción de los delitos de violencia sexual contra menores de 20 a 30 años y definir una edad de consentimiento para mantener relaciones sexuales.

Según ha anunciado Schiappa en el diario La Croix, el Gobierno ha lanzado una “gran consulta ciudadana” sobre los temas de abuso para que así  “la sociedad en su conjunto redefina qué es aceptable y qué no” en materia de acoso sexual en la calle, una cuestión que se encuentra en una “zona gris entre la seducción consentida y la agresión sexual o la injuria pública”. 

Hasta el próximo 8 de marzo tendrán lugar unos 300 talleres en todo el territorio francés mientras Schiappa elaborará el proyecto de ley junto con la ministra de Justicia, Nicole Belloubet en un diálogo abierto con la sociedad y sus diversos sectores. 

"Personalmente, pienso que silbarle a una mujer en la calle no supone acoso, pero que sí lo es si por ejemplo se la sigue hasta el metro. En ese caso, el estrés, hasta la intimidación, son evidentes”, explica la responsable de la igualdad hombre-mujer del Gobierno de Macron en La Croix.

La propia Schiappa reconoce además que hay oposición entre algunas feministas y defensores de minorías que ven un “riesgo de racismo” en esta ley porque, estadísticamente, serían las personas de minorías las más susceptibles de ser más denunciadas que el resto. 

Además, la secretaria de Estado considera “equilibrado” en este sentido ampliar de 20 a 30 años a partir de la mayoría de edad de la víctima el periodo en que esta puede denunciar una agresión sexual.

Schiappa también quiere que se establezca una edad mínima bajo la cual “se presumirá que un niño o adolescente no ha dado su consentimiento a un acto sexual”.