El organismo Human Rights Watch (HRW) realizó una investigación para la que entrevistaron a mujeres que fueron sometidas a estos exámenes que consideran discriminatorios y no que tienen que ver con la capacidad de una mujer para llevar a cabo su trabajo.

Estas prácticas también han sido rechazadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha subrayado que "no hay lugar para las pruebas de virginidad, no tienen validez científica", informó una nota de la BBC realizada por la periodista Josephine McDermott.

Según la cronista, las pruebas de virginidad son obligatorias para las reclutas militares y las aspirantes a entrar en el cuerpo de Policía Nacional, que suelen ser graduadas de secundaria de entre 18 y 20.

La investigación de HRW indica que la Fuerza Aérea, el Ejército y la Marina realizó también durante décadas la prueba a las novias de los militares antes de contraer matrimonio.

Incluso gobiernos locales y servicios civiles han abogado por el uso de la prueba. Algunos sectores han intentado extenderla a otros ámbitos como las escuelas.

En febrero, las autoridades de la localidad de Jember, en Java Oriental, desecharon un plan para que las niñas tuvieran que certificar su virginidad antes de graduarse de la escuela secundaria.

Andreas Harsono, uno de los investigadores de HRW que entrevistó a 11 mujeres indonesias, entre esposas de militares y mujeres oficiales, señaló que la mayoría de las mujeres estaban avergonzadas por el procedimiento y muchas quedaron traumatizadas.

Las mujeres describieron que durante la prueba les abrieron la vagina con dos dedos y les introdujeron otro dedo en el ano.

Según el activista, en una ocasión, cuando una mujer contó lo que le habían hecho a las demás mujeres que esperan fuera de la sala para someterse al examen, las 23 aspirantes se fueron.

Una médico militar contó a HRW que cuando realizó las pruebas en Yakarta, le resultó difícil persuadir a las mujeres para que se la hicieran. "No fue [solo] un acto humillante... Fue una tortura. Decidí no hacerlo de nuevo", dijo.

Según el jefe de información de las Fuerzas Armadas el general Fuad Basya, es un asunto de seguridad nacional.

"Si no se restringe de esta manera, entonces alguien con un mal hábito se convertirá en militar. Los soldados son defensores de una nación. Defienden la soberanía de una nación, el territorio y la seguridad de un país", argumentó.

La polémica situación ha generado el rechazo desde distintos organisimos de fefensa de los derechos de la mujer a lo largo de todo el mundo.