La intendenta de la ciudad norteamericana de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake, anunció hoy que suspende un día antes el toque de queda instaurado el lunes pasado, después de una jornada que comenzó con protestas por la muerte de un joven negro bajo custodia policial y terminó con saqueos e incendios.

"Con efecto inmediato, rescindo mi orden de instaurar un toque de queda en toda la ciudad. Mi objetivo siempre fue no mantener el toque de queda un día más allá de lo necesario", explicó la funcionaria en un comunicado, citado por la agencia de noticias EFE.

Además, la oficina del gobernador del estado, Maryland, Larry Hogan, informó hoy en otro comunicado que los miembros de la Guardia Nacional comenzarán una retirada gradual desde mañana lunes hasta el final de la semana.

Unas 10.000 personas salieron a las calles de Baltimore, en Maryland, para denunciar la brutalidad policial y exigir justicia por Freddie Gray, un joven negro que murió después de ser arrestado y por el cual seis policías fueron procesados por su posible participación.

Un día después de que los agentes fueran inculpados por la muerte del joven Gray, Baltimore vivió este sábado otra movilización en contra de la brutalidad policial.

En esta ciudad, golpeada por la pobreza y la desigualdad, son cotidianas las protestas desde la muerte de Gray el 19 de abril pasado, producto de una lesión grave durante su traslado una semana antes en un vehículo policial sin cinturón de seguridad y con las manos y pies esposados.

Seis policías de la ciudad -tres blancos y tres negros- fueron inculpados ayer por la muerte de Gray, una decisión anunciada para sorpresa general por la fiscal de Maryland, Marilyn Mosby.

Suspendidos de sus funciones pero con goce de salario, los seis uniformados fueron interrogados antes de ser liberados la noche del viernes con fianzas de entre 250.000 y 350.000 dólares, según indicó este sábado el diario The Baltimore Sun.