"Vivos los llevaron, vivos los queremos", es la consigna que desde el primer día familiares y amigos gritan para pedir Justicia por los 43 jóvenes que fueron "desaparecidos de manera forzosa" por la policía local.

"El Gobierno busca a nuestros hijos muertos", destaca Mario César González Contreras -el papá de César, uno de los 43 alumnos mexicanos que desaparecieron el 26 de septiembre pasado- la sospecha instalada en la connivencia entre la justicia y la fuerza policial mexicana.

A ocho meses de la desaparición de los jóvenes, los familiares emprendieron una "Caravana sudamericana" para dar a conocer los atropellos a los derechos humanos en su país. Después de Argentina seguirán rumbo a en Montevideo, Río de Janeiro y San Pablo.

Hilda Hernández Rivera aseguró en conferencia de prensa que el Gobierno mexicano los dejó sin alternativas: "No nos ha dejado alternativa. Ellos insisten con que nuestros hijos están muertos, pero gracias a los forenses argentinos que llegaron no tenemos ninguna prueba científica de eso", advirtió.

Para los familiares de los 43 estudiantes y de cientos de organizaciones sociales, la policía los capturó y se los entregó al Cartel Guerreros Unidos, una banda narco que azota la zona.

Según la Justicia mexicana, los integrantes de dicha banda asesinaron a todos los estudiantes y los quemaron en un basural en el municipio de Cocula. Pero gracias a los médicos forenses argentinos sólo se pudo identificar uno de los cuerpos. "El resto era sólo huesos de animales y de humanos ancianos", señaló Mario César González Contreras.

"Juegan con nosotros psicológicamente. Nos han querido entregar a nuestros hijos muertos", aseguró.

Las últimas noticias que hubo respecto a la desaparición de los 43, fueron el pasado 11 de mayo, cuando un grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le exigió al presidente Enrique Peña Nieto que reactive la búsqueda de los desaparecidos y unifique la investigación del caso para que no se pierdan las evidencias. Hasta el momento, hay más de cien personas detenidos entre policías y autoridades y narcotraficantes.