A través de un mensaje televisado a todo el país, el primer ministro Alexis Tsipras anunció el domingo la implementación de un 'corralito' en el sistema bancario del país, limitando el retiro de efectivo por parte de particulares de hasta 60 euros, acusando al Banco Central Europeo de obligarlo a tomar esta decisión.

Tras realizar un llamado a la calma y garantizando la seguridad de los depósitos de los ciudadanos griegos, anunció que solicitó nuevamente a los acreedores una prórroga del rescate, petición rechazada el sábado por el Eurogrupo.

"La decisión de ayer (por el sábado) de no aprobar el pedido del gobierno griego de una extensión de unos pocos días del programa (de asistencia financiera) para dar al pueblo griego la posibilidad de decidir a través de un referéndum sobre el ultimátum de las instituciones acreedoras (...), es una acción que busca prohibir el derecho de un pueblo soberano a ejercer su prerrogativa democrática", sentenció el jefe de gobierno en su discurso.

"Está claro que el objetivo de las decisiones del Eurogrupo y del BCE es intentar chantajear la voluntad del pueblo griego y dañar el proceso democrático, principalmente la convocatoria del referéndum", agregó.

Aunque el 'corralito' está previsto, en principio, para este lunes, fuentes gubernamentales griegas informaron a medios internacionales –como El País de España y The Guardian de Reino Unido– que los bancos estarían cerrados también el martes, mientras que lo mismo sucedería con la Bolsa griega.