Mientras la Corte Suprema de Brasil avala avanzar en la investigación por el caso Odebrecht- que salpica a diversos políticos, incluido Michel Temer-  el empresario Eike Batista, que llegó a estar séptimo en el ránking de los hombres más ricos del mundo, fue arrestado en Río de Janeiro. 

Sobre Batista pesa la acusación de haber simulado la venta de una mina de oro y así transferir 16,5 millones de dólares al exgobernador de Río, Sergio Cabral. El empresario era buscado por Interpol y tras un viaje de negocios a Nueva York cuando volvió a pisar Brasil fue arrestado. 

Cabral está en prisión desde noviembre pasado acusado de aceptar sobornos en una trama de corrupción que no parece tener límites. 

Dueño de 34.000 millones de dólares, Batista fue en 2012 el séptimo hombre más rico del mundo, según Forbes. Sus negocios se centraban en acciones petroleras, construcción naval y  minas de oro. El hombre se jactaba de haber comenzado a amasar su fortuna con tan solo 22 años cuando comenzó a extraer oro en el Amazonas. 

Era conocido como el brasileño "que todos los brasileños quieren ser" y ahora prometió en prisión que contará "cómo funcionan las cosas, así de simple”. Un hombre cercano al poder y vinculado con todo el arco político actual y pasado.