Las radiografías analíticas que se hacen sobre el gabinete que ha elegido el nuevo presidente republicano concluyen que es el menos diverso y más elitista que tiene Estados Unidos en décadas.

A diferencia de muchos estadounidenses que esperaban tener a una mujer al frente de la Casa Blanca, solo hay dos ministras en la nueva era republicana  y ninguna está entre los principales Ministerios, como tampoco  lo está la que ocupará el único afroamericano en el gobierno.

La única excepción la componen el nominado a secretario de Vivienda, Ben Carson, que es afroamericano, y su colega de Transporte, Elaine Chao, de origen taiwanés pero por primera vez desde 1988, no habrá ni un solo un hispano en el gabinete; además gran parte de los funcionarios seleccionados son dirigentes  multimillonarios y de ideas generalmente conservadoras. 

Trump y su vicepresidente, Mike Pence, estarán rodeados por hombres blancos en el Salón Oval. Si acaban confirmados por el Senado, el responsable de la diplomacia norteamericana será nuevamente un hombre, Rex Tillerson, al igual que el jefe del Pentágono, James Mattis, el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, y el fiscal general del país, Jeff Sessions, acusado de racista. 

Además se suman  Michael Flynn, nombrado asesor de Seguridad Nacional del presidente y con afinidades por Rusia; Reince Priebus, nuevo jefe de gabinete; Steve Bannon, el exjefe de campaña de Trump que será su estratega jefe; Jared Kushner, el yerno de Trump y su nuevo asesor especial.

Según un informe realizado por la cadena NBC, la suma de fortunas del nuevo equipo que liderará y trabajará en Washington es de 14.500 millones de dólares. 

Fuente: El País