"Chile debe estar abierto a recibir inmigrantes que aporten al desarrollo de nuestro país, pero debe cerrar absolutamente sus fronteras al narcotráfico, a la delincuencia, al contrabando, al crimen organizado y también a la inmigración ilegal", exclamó Sebastián Piñera en declaraciones publicadas por el diario La Tercera e inmediatamente pasó a ser asociado mediáticamente con el discurso del magnate republicano Donald Trump. 

El exmandatario (2010-2014) indicó la importancia de controlar las fronteras y aseguró: "En esto no puede haber ninguna ingenuidad, ninguna debilidad. Es muy ingenuo y estúpido tener una política de migración que termina importando males como la delincuencia, el narcotráfico, el crimen organizado (...) Muchas de las bandas que hay en Chile, como las que clonan tarjetas (dinero plástico), son de extranjeros".

"Chile Vamos", la coalición de partidos derechistas que lidera Piñera, remarcó la necesidad de  "modernizar" las leyes sobre inmigración. La última de esas leyes  fue dictada por Augusto Pinochet en 1975 y limitaba la llegada de extranjeros por razones ideológicas y políticas además de buscar una inmigración que "venga a mejorar la raza", como lo indicaba la legislación de 1953.