Daniel Ortega vuelve a ser elegido por el pueblo nicaragüense en unos nuevos comicios que se dieron en el país centroamericano. El mandatario -que ejerce desde 2007- ganó por una amplia mayoría del 72,1%.

A pesar de su victoria, la oposicion decidió no reconocer los resultados de los comicios y lo acusaron de "fraude electoral". Principalmente, el opositor Frente Amplio Democrático (FAD), quienes no se presentaron a la elección.

Por su parte, el Consejo Supremo Electoral (CSE) informó que la participación ciudadana fue de alrededor de 65%. De esta manera, se colocó en segundo lugar al ex guerrillero de la Contra, Maximino Rodríguez con un 14,2%, y en tercer lugar llegó el ganadero José del Carmen Alvarado, del Partido Liberal Independiente (PLI), con un 5%.

Más atrás quedaron el pastor evangélico Saturnino Cerrato, con el 4,7%, de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) y el abogado Erick Cabezas, del Partido Conservador (PC), con 2,5% de los votos.

Ortega era el gran favorito para conseguir su cuarto mandato y tercero consecutivo, está vez junto a su influyente esposa, aspirante a vicepresidenta. Pero, previo a los comicios, los líderes del FAD ya habían afirmado que no reconocerían los resultados: algo parecido a lo que ocurrió en Argentina, aunque con consecuencias diferentes.

Además de mostrar su repudio a Ortega y su esposa por decir que se trata de un "proyecto familiar", desde la oposición pidieron elecciones libres porque las recientemente celebradas fueron "ilegales".