“Estoy muy mal, destrozado. Han puesto al cardenal en primera plana por algo en lo que obviamente no tiene nada que ver", declaró el secretario personal de Jorge Mejía.  Luis Alberto Duacastella se refirió al  hallazgo de cuatro kilos de cocaína y de 150 gramos de marihuana en el auto del cura argentino.

“Es una cosa de locos lo que pasó, no se lo deseo a nadie. Es una cosa de locos de parte de esta persona que usa la amistad para hacer una cosa de este tipo”,  exclamó el cura  en referencia a los dos hombres que están detenidos por el hecho.

Duacastella contó que todavía no le comentó lo sucedido al cardenal, ya que está muy delicado de salud y aún se recupera de un infarto que sufrió en marzo de 2013.

"Aunque está bien, sería un mazazo para él. Pero más tarde se lo voy a decir, le tengo que contar la verdad. Y también le voy a escribir una carta al Papa, diciéndole cómo fue todo", contó a La Nación.

El secretario dijo que se fió de Luca Di Dio " una persona que conozco desde hace diez años, que me ofreció ocuparse del auto".  "Él me dijo: ʻno te preocupes, yo tengo un taller de un amigo mío, yo te pido el turno, lo llevo el viernes y el domingo al mediodía te lo traigoʻ, me dijo. Y yo confié", exclamó el padre preocupado.

Duacastella agregó: "Cuando el domingo al mediodía no apareció con el auto, empecé a preocuparme y a llamarlo a su celular, que no contestaba. También llamé a su mamá y a su novia, que estaban desesperadas porque tampoco sabían nada de él. Hasta que el domingo a la noche recibí un llamado de la Gendarmería del Vaticano".

"Yo me acuso de imprudencia. Conozco a esta persona desde hace diez años, es un tipo que tuvo problemas, con antecedentes, pero si como sacerdote me tengo que alejar de la gente con problemas, no veo más a nadie. Incluso solía venir a casa y ayudarme a las noches con Jorge. Le tenía confianza, yo lo ayudaba y él trataba de colaborar. La humanidad es imprevisible, caí en las redes de una humanidad imprevisible y trataré de arreglar la cosa encargándome de Jorge", concluyó.

El sacerdote Guillermo Karcher, uno de los encargados de protocolo de la Santa Sede, aseguró que el papa Francisco está al tanto de la situación: "Nosotros informamos todo, no escondemos nada. Está rezando para que esto se esclarezca y sobre todo para que no le afecte al cardenal pobrecito".