En una conferencia sobre drogas realizada en Roma, el Papa estuvo como invitado y advirtió sobre los usos limitados para legalizar ciertos estupefacientes: "No sólo son altamente cuestionables desde un punto de vista legislativo, sino que tampoco producen los efectos deseados".

De esta manera el Papa se mostró adverso a la legalización y a la discusión que se da sobre la marihuana como ocurre en Estados Unidos y Uruguay.  No es la primera vez que el Papa se muestra del lado contrario de aquellos que ven a la legalización para el consumo personal como una herramienta para combatir el narcotráfico. Ya en Brasil, cuando asistió a la Jornada Mundial de la Juventud declaró: "No es la liberalización del consumo de drogas, como se está discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química”.

“Déjenme decirlo de la manera más clara posible: el problema de las drogas no se resuelve con drogas", así de contundente se mostró Francisco cuando le consultaron su opinión.