El Gobierno italiano logró este miércoles, 11 de mayo, con un resultado de 369 votos a favor, 193 en contra y dos abstenciones,  la aprobación definitiva del proyecto de ley de uniones civiles entre parejas del mismo sexo. 

“Hoy es un día de fiesta. Porque las leyes son hechas para las personas, no para las ideologías. Para quien ama, no para quien proclama”, celebró Matteo Renzi enfrentando el rechazo tanto de la oposición como de la Iglesia, que se indignaron ante su método expeditivo para lograr que se apruebe la ley, que ya contaba con una moción de confianza planteada a la Cámara de Diputados.

El centro político y el "Family Day" ( un conjunto de organizaciones que defienden una idea de "familia tradicional") ya solicitaron un amparo ante la presidencia de la República planteando la inconstitucionalidad del proyecto. También se sumó a las críticas el secretario de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), monseñor Nunzio Galantino; informó El País. 

La Iglesia católica ya había logrado "descafeinar"  la ley, durante su aprobación en el Senado, el último  26 de febrero al evitar la posibilidad de que uno de los miembros de la pareja gay pueda adoptar a los hijos naturales de su cónyuge. 

Maria Elena Boschi, representante de las Reformas Constitucionales,  zanjó los debates al interior de la sociedad con una reflexión contundente: “Después de decenios de espera, la ley de uniones civiles es un victoria histórica y la moción de confianza tiene un valor político”.