El lunes se vio en todo Brasil, y parte del mundo, el segundo debate televisivo protagonizado por la presidenta Dilma Rousseff, y la candidata que figura puntera en las encuestas para un posible balotaje, Marina Silva, exaliada al Partido de los Trabajadores que encabeza la jefa de Estado.

En el ida y vuelta, ambas funcionarias expusieron sus respectivas posturas en cuanto a las prioridades del país, y se cruzaron en un debate acalorado. Para muchos, la postura firme de Dilma fue arriesgada, pero la presidenta no dudó en responder fuertemente con sus argumentos.

Por un lado, Dilma basó su discurso en la lucha contra la pobreza a través de políticas públicas, como por ejemplo, la asignación de presupuesto a Salud y Educación proveniente de la explotación petrolera. Por lo que Dilma dudó que esto pueda hacerse con políticas neoliberales.
En la vereda de enfrente, Silva disparó contra la presidenta acusándola de "no reconocer" los errores de su gestión y de que sus políticas generaron desempleo en Brasil.
La ambientalista y religiosa opositora lidera las encuestas ya que, desde su aparición, generó una buena imagen en la opinión pública. En sus dichos, también acudió a las manifestaciones pre Mundial de Fútbol como una clara prueba del "descontento de la nación".
La actual presidenta enumeró los logros de su gestión, resaltó la renacionalización de Petrobrás y le refutó a Silva: "En su programa de gobierno de 242 paginas usted dedicó una línea al petróleo de pre sal, ¿por qué tiene ese desprecio ante esa riqueza tan importante? El petróleo de pre sal tiene que ser explotado para financiar la educación, la salud, son recursos de 1 billón de reales.
Marina Silva fue lanzada como candidata hace muy poco tiempo, ya que apareció fuertemente a partir de agosto, luego de la muerte del entonces candidato del PSB Eduardo Campos.

Por un lado, Dilma basó su discurso en la lucha contra la pobreza a través de políticas públicas, como por ejemplo, la asignación de presupuesto a Salud y Educación proveniente de la explotación petrolera. Por lo que Dilma dudó que esto pueda hacerse con políticas neoliberales.

En la vereda de enfrente, Silva disparó contra la presidenta acusándola de "no reconocer" los errores de su gestión y de que sus políticas generaron desempleo en Brasil.

La ambientalista y religiosa opositora lidera las encuestas ya que, desde su aparición, generó una buena imagen en la opinión pública. En sus dichos, también acudió a las manifestaciones pre Mundial de Fútbol como una clara prueba del "descontento de la nación".

La actual presidenta enumeró los logros de su gestión, resaltó la renacionalización de Petrobrás y le refutó a Silva: "En su programa de gobierno de 242 paginas usted dedicó una línea al petróleo de pre sal, ¿por qué tiene ese desprecio ante esa riqueza tan importante? El petróleo de pre sal tiene que ser explotado para financiar la educación, la salud, son recursos de 1 billón de reales.

Marina Silva fue lanzada como candidata hace muy poco tiempo, ya que apareció fuertemente a partir de agosto, luego de la muerte del entonces candidato del PSB Eduardo Campos.