El gobierno de Corea del Norte advirtió este domingo a Estados Unidos, que, de considerarlo necesario, está dispuesto a atacarlo en su propio territorio y en los sitios más emblemáticos, y todo por una película que nunca será estrenada.

Por segundo día consecutivo, Pyongyang deslindó, ante la acusación de Estados Unidos, toda responsabilidad sobre un ataque cibernético sufrido por Sony Pictures y lanzó una advertencia que no fue totalmente desestimada en Washington.

"Las fuerzas de combate y la población están dispuestos a una confrontación en todos los ámbitos de guerra, incluyendo el ciberespacio, para volar por los aires sus fortalezas", dijo la Comisión Nacional de Defensa norcoreana.

El comunicado difundido en los medios estatales señala que las acciones más duras se llevarían a cabo contra la Casa Blanca, el Pentágono y todo el territorio continental estadounidense, según informó el diario Tiempo Argentino.

Además, el principal órgano de decisión del país insistió en que Pyongyang no tuvo nada que ver con el ciberataque a Sony, pese a las acusaciones del FBI de que, detrás del episodio, está el gobierno asiático.

En noviembre, los hackers atacaron el sistema informático de Sony y robaron cantidades de datos sensibles, además de amenazar con acciones violentas si la película The Interview llegaba a las salas cinematográficas.

El film de la discordia es una comedia en la que los protagonistas reciben el encargo de asesinar al presidente norcoreano, Kim Jong-un. Tras estos hechos, Sony tomo la decisión inmediata de cancelar el estreno.