La meca del cine estadounidense, Hollywood, tiene unos 150 mil habitantes y dejará de tener tres calles dedicadas a la memoria de generales del Ejército confederado que intentaron mantener el esclavismo durante la Guerra Civil (1861-1865): el comandante Robert E. Lee, John Bell Hood y Nathan Bedford Forrest.

Estas calles atraviesan barrios afroamericanos lo cuál resultaba incómodo considerando que además Bedford Forrest fue uno de los fundadores del Ku Klux Klan hace siglo y medio.

“Yo a mi calle le pondría Martin Luther King”, comentó Denzel Lavine de 19 años, habitante del barrio llamado Liberia por la pequeña república del África occidental instituida en el siglo XIX por esclavos negros estadounidenses. Pero por otro lado están quienes consideran que la modificación "es ridícula". 

“En Alemania no le han puesto a las calles nombres de nazis” o “Construyamos un nuevo legado de amor” o “Es de ignorantes esperar dulces frutos de un árbol con odio, miedo y violencia en las raíces”, son algunas de las consignas y mensajes que circularon durante la campaña para lograr el cambio de los nombres. 

El activista del movimiento Black Lives Matter y antirracista, Carlos Valnera, destacó que dijo que después de lo ocurrido con el día de violencia en Charlottesville, el pasado 12 de agosto, se había desmovilizado a los ultras: “Todo el país se ha levantado contra el odio”. 

La iniciativa de renombrar las calles de Hollywood la han liderado dos vecinas, Linda Anderson, afroamericana residente en Liberia, y Laurie Schecter, una activista blanca de 68 años que fue quien pagó- de su bolsillo- los 2.000 dólares que debe ingresar en el ayuntamiento cualquiera que promueva la redenominación de una calle –en su caso tres, por lo tanto 6.000 dólares–. También le tocará pagar otros gastos relacionados con el cambio de señales. Calcula que tendrá que invertir un mínimo de 15.000 dólares y un máximo de 34.000.