Se aprobó un polémico ajuste en Francia que contempla recortes por 50.000 millones de euros. Manuel Valls, premier francés, consiguió el acuerdo mientras que el presidente François Hollande obtiene un nuevo récord de impopularidad en los sondeos.

La votación contó con 265 sufragios a favor, 232 en contra y 67 abstenciones, entre ellas 41 diputados del ala izquierda del gobernante Partido Socialista. Valls afirmó que la votación es "decisiva" y "marcará profundamente el futuro de nuestro país. Es un voto de confianza para mi gobierno".

Como el escándalo era grande, Valls modificó el proyecto inicial eliminando, entre algunas otras cosas, el congelamiento de las pensiones más bajas. La razón de las críticas es que, el ajuste, prevé recortes y sacrificios sin precedentes en dicho país. Además, existe un pacto de responsabilidad, el mismo incluye 40 mil millones de alivio fiscal para las empresas y cinco mil millones de descarga para las familias.

En este marco y bajo estas duras medidas, un nuevo sondeo ubica al presidente Hollande en una nueva caída de popularidad, el más bajo desde 1981 cuando el instituto BVA creó ese barómetro. El jefe de Estado logró un 21% de opinión favorable, siete puntos menos que en el sondeo anterior. Ergo, sólo uno de cada cinco franceses aprueba su gestión.

Por otra parte, el jueves la mayoría de los sindicatos franceses decidieron unificar su reclamo al organizar más de una cien manifestaciones en toda Francia para celebrar el día del trabajador y protestar contra el nuevo ajuste presupuestario.