Es sencillo, agarrás un par de declaraciones lo suficientemente ambiguas para hacerlas jugar en el partido que quieras y le metés un título-anzuelo que llame la atención. Si se trata de ovnis, sabés que algo vas a pescar, ese público es muy fiel.

Por eso le bastaron un par de frases del exfuncionario a cargo de la Dirección de avistamientos en la administración Trump para armar una historia que está muy cerca de confirmar la existencia de ovnis, pero no.