En el país de las cosechas, que basa su economía en la agroindustria, parece raro que una fábrica de cosechadoras le vaya mal; pero bajo el macrismo, nadie parece a salvo. Mucho menos los trabajadores de esa empresa que, por la caída de las ventas, decide despedir.

Se trata de la fábrica de cosechadoras Vassalli, ubicada en la localidad santafesina de Firmat, donde trabajan 500 personas y en los últimos días se produjeron al menos 20 despidos injustificados.

Así lo entiende Pablo Cerra, abogado de la UOM rosarina, para quien "suspendieron 20 trabajadores por causas disciplinarias, que son totalmente falsas. Alcanza con leer los telegramas: a todos les imputan el mismo error que justifica la sanción. Es absurdo", subrayó.

El letrado laboral acusó a los dueños de la fábrica de violar un acuerdo "entre la patronal y el gremio, que marcaba que hasta el 31 de diciembre no iban a suspender ni despedir trabajadores, ni modificar condiciones laborales".

Vale advertir que, desde hace meses, la planta bajó su nivel de producción a raíz de la recesión en la que se encuentra el sector industrial argentino y, en particular, por la caída de un convenio con Venezuela, que se había comprometido a comprar productos terminados de Vassalli.