Los jóvenes hinchas de Denver tenían las hormonas alteradas y quisieron descargarse desafiando a los hinchas de Phoenix que celebraban la victoria de su equipo.

Uno de ellos no tuvo la mejor idea que atacar de improviso a un hombre que vestía la camiseta visitante. Lo que no esperaba era la reacción, porque le llovió una andanada de golpes que lo obligó a salir del estadio.