El ex árbitro y entrenador Ricardo Calabria murió este sábado a los 73 años, por las secuelas que le dejó un accidente que sufrió en 2015 con una moto en Turquía. Fue un reconocido referí en la década del 80 y luego se dio el placer de dedicarse a la dirección técnica. Según informó la Asociación Argentina de Árbitros, sus restos fueron velados en una sala de avenida La Plata, en el barrio de Boedo.

Como árbitro dirigió 359 partidos, entre 1978 y 1992, y desde 1981 fue internacional. Defensor de mantener el ritmo del juego, apeló siempre a la ley de la ventaja y desechó cobrar las faltas leves o irrelevantes, siempre respetando las reglas. Gesticulador de fuerte personalidad y gran temperamento, que le acarrearon más de un problema.

En una entrevista con Mundo Deportivo recordó aquel partido entre Vélez y Newell's en el que les mostró la roja a un joven Diego Simeone y a un experimentado Gerardo Martino. “De la expulsión de Martino, me sorprendió el descaro de Simeone, su carácter. Sin complejos, fuerte y sin arrugarse, entró al ‘Tata’, un jugador contrastado en Primera, que le soltó el codo. 'Cholito' se agarró la cara y dio cuatro vueltas por el piso. El golpe no fue para tanto teatro, pero para que se sancione, determina la intencionalidad”, relató. Diez minutos después también sacó de la cancha al volante por acumulación de faltas.

En diciembre de 1991 abandonó el referato y se dedicó a la dirección técnica. Dirigió las inferiores de San Lorenzo, club del que era hincha, desde principios del 92 hasta el 96. En marzo de ese año asumió como técnico de El Porvenir, en Primera B, con el que ascendió a la B Nacional tras ganar la temporada 97/98. En 1999 dirigió a Banfield (sólo 6 partidos) y desde septiembre del 99, a Almirante Brown, en Primera B.