Lionel Messi se robó todas las miradas otra vez. El martes frente a Bolivia jugó otros 45 minutos para sumarle a su cuerpo y fue la atracción de Seattle. Le tiró un túnel fantástico al arquero, y hasta se agarró cara a cara con el diez de Bolivia -¿quién???-, sí, con con un tal Jhasmani Campos. 

"Me enojé porque el 10 ya había pegado un par de patadas, en el primer tiempo también lo hizo. Me parece que no había necesidad de ponerse así, después del resultado, del minuto que iba y bueno, no pasa nada, quedó todo en la cancha", contestó Lio tras la victoria de la Argentina cuando le preguntaron. 

Y qué dijo Campos

"Fue una jugada que me molesto un poco porque él quiso sobrar a mis compañeros, a querer achicarnos", explicó el diez boliviano, y le bajó el tono al encuentro: "No pasó nada. Le cometo una falta y él se para muy rápido a querer cuestionarme, pero me molestó porque entró y quería sobrarnos un poco, y me parece que un jugador de su talla no puede hacer eso".

Sin embargo, Campos deslizó: "El árbitro trató de cuidarlo, ni siquiera con la patada que le hago era para caerse. Quiso achicarme, pero no me dejé por más que sea el mejor jugador del mundo".

Sobre qué le dijo Messi, respondió: "Es algo que me guardo. Es como que algunos son inocentes y parece que porque él es el mejor del mundo no se le pueda dar una patada.

Y confió qué le dijeron sus compañeros tras el incidente. "Me felicitaron por eso. Pero son cosas que quedan ahí. Lo admiro como jugador y admiro a la selección de la Argentina...".