El Sevilla de Sampaoli sufre en La Liga pero se florea en la Europa League. La victoria 3 a 0 ante el siempre peligroso PSV lo deja muy bien parado para la revancha en los Países Bajos.

Pero lo hinchas andaluces además de la alegría por el triunfo se llevan algo intangible: la emoción de haber disfrutado de uno de esos goles que se gritan por dos, que hacen que la gente se ría y se abrace, de los que son para agarrarse la cabeza.