Alguna vez se lo retrato a Diego Maradona diciendo que si iba a una reunión importante vestido con un traje, en el caso de que alguien le pasara una pelota, el Diez la paraba de pecho. El summum del amor a la pelota.

Juampi Sorín no es Maradona y los tiempos actuales son de filmaciones para subir a redes sociales, pero de todas formas se deja ver el goce que le sigue generando al excapitán de la Selección cuando le sale algún truco.

Lo llamativo en este caso es que no fue en la previa a un partido de viejas glorias ni siquiera en una playa con amigos, sino en el inesperado verde de los parques londinenses junto a dos extraños que da la sensación de no saber con quien estaban haciendo jueguito.