El verano arrancó a puro gol en Mar del Plata, y este miércoles no fue la excepción. Como en el 2015, Racing gritó por cuadriplicado, y goleó a un Boca alternativo, que se guardó para el Superclásico pero que dejó muchísimas dudas, en especial en la defensa. Fue 4-2, en un partido con giros en el marcador, dos expulsados, tres penales y muchas emociones.

Los gritos comenzaron rápido. El línea no vio un fino offside tras una jugada de pelota parada, y el interminable Diego Milito, luego que Nicolás Sánchez se la bajara, definió cruzado para no darle chances a Guillermo Sara, y abrir así el marcador, cuando el reloj marcaba tan solo 6 minutos.

Sin respiro, seis minutos más tarde llegó el segundo para la ‘Academia’. Pelotazo largo y sin sentido desde el fondo de los de Avellaneda, y con el primero de los errores de Lisandro Magallán, que tuvo una noche para el olvido, Marcos Acuña quedó solito entrando por detrás del marcador central, para tirársela por arriba al arquero de Boca, y establecer el 2-0.

A partir de allí, fue todo de Racing, que parecía que en cualquier momento encontraba el tercero que sentenciaba la cuenta. Pero el encuentro estuvo plagado de emociones, como ya se dijo, y en el segundo tiempo, en un parpadeo de ojos, el ‘Xeneize’, sin merecer tanto, alcanzó el empate.

El árbitro Germán Delfino vio un penal que pocos percibieron en el José María Minella, y Boca así tuvo la oportunidad de achicar. Andrés Chávez se hizo cargo de la ejecución, para que Nelson Ibáñez se luzca una vez más atajando un disparo desde los 12 pasos, aunque no pudo hacer nada con el rebote, que el propio ‘Comandante’ mandó a besar la red con un cabezazo.

El descuento fue a los 67, y tan solo 3 minutos más tarde llegó el inesperado empate que llenaba de dudas a Facundo Sava. Otra vez Chávez, en este caso a la salida de un tiro libre, para, de cachetada ante la salida del arquero, establecer el 2-2 parcial, en lo que ya era un partidazo.

Y quedaba tiempo para que pase de todo. En una extrañísima jugada, que finalizó en gol, esta vez Delfino le dio un penal a Racing, tras un agarrón de Magallán, y Gustavo Bou lo cambió por gol con una sutiliza hermosa. La ‘Pantera’ la picó, y el marcador volvió a tener justicia.

Lo mejor estaba para el final, cuando el delantero de Racing, enchufadísimo, tiró dos caños bárbaros, y fue detenido por Magallán, otra vez, quien lo agarró entrando al área, para irse expulsado y darle la chance a Bou de establecer lo que serían cifras definitivas para el clásico.

Boca se quedó luego con nueve hombres, tras la roja a Alexis Rolín, y Racing pudo haber estirado aún más la diferencia. Con el 4-2 se recuperó la ‘Academia’ de la derrota ante Estudiantes por idéntico marcador, y así esperará al resultado entre el ‘Pincha’ y los de la Ribera para que se defina entonces el campeón de la Copa de Oro. Esto será luego del Superclásico de este sábado.