"Frank no quiso infiltrarse para superar la inflamación que sufría en un disco intervertebral, situado en la parte inferior de la columna vertebral", le dijo Franck Le Gall, al diario "Le Parisien". El médico de Francia levantó la polémica al asegurar que Ribéry no quiso inyectarse para jugar el mundial con su selección.

El entorno del delantero de 31 años le sugirió descartar la opción de las inyecciones en la zona afectada con el objetivo de reducir la inflamación. Según Le Gall, Ribéry "pertenece a un club en el que el modo de tratar todas las patologías son las inyecciones", dijo en referencia a la tarea de su colega Müller Wohlfahrt en el Bayern.