Entre las historias del Mundial quedará la de los periodistas de otros países que debieron cubrir los festejos de los hinchas argentinos en las calles cercanas al Obelisco, donde las celebraciones por el título llevaron a dificultarles la labor a un grado extremo.

Eso es lo que vivió el corresponsal de la cadena CNN, Stefano Pozzebon, quien quiso contar cómo se vivía la alegría extrema de ser campeón y terminó bañado en espuma.

Y algo similar le pasó al periodista alemán Matthias Ebbert, quien cubrió los festejos para la cadena ADR de su país y el desborde de alegría no le permitió realizar su trabajo.

Tweet de Ataque Futbolero