El sube y baja emocional que se convirtió un partido que parecía totalmente controlado por el seleccionado que dirige Lionel Scaloni y que tuvo a todos los argentinos al borde del infarto, nos llevó a la no apta para cardíacos definición por penales.

Allí apareció la figura inigualable del Dibu, Emiliano Martínez, para convertirse en héroe. Pero había que rematarlo, lo que tanto había costado, y la tarea recayó en Gonzalo Montiel.

Pero antes de su disparo, la televisión brasileña -que puso una cámara a seguir a Lionel Messi- pudo retratar el momento en que el capitán argentino levanta su mirada a las alturas y dice "Vamos Diego desde el cielo", para que reciba una ayuda divina.