Los profesionales deberían dar el ejemplo pero nada de eso pasó en la Súper Liga de Turquía. Es que el clásico entre Fenerbahce y Galatasaray (2-2) finalizó muy caliente a puras piñas y patadas. 

Una vez finalizado el encuentro en igualdad, los jugadores de ambos equipos se cruzaron en la mitad del campo y ahí empezó la trifulca, con golpes para todos lados.

Hubo tres expulsiones (una para Galatasaray y dos para el otro equipo), pero hay que ver si el árbitro informa a más jugadores teniendo en cuenta el escándalo.