Novak Djokovic es un militante antivacuna y llegó a Australia para participar del primer Grand Slam del año sin tener los requisitos para ingresar al país, lo que lo obligó a permanecer aislado en un hotel desde el jueves.

En vez de retirarse del certamen decidió hacer un reclamo legal y defender su derecho a no estar vacunado, lo que terminó este lunes con la decisión del magistrado de ordenar el fin de su aislamiento.

Cientos de fanáticos -algunos por ser serbios, otros por que se trata del numero uno del tenis, otros por su defensa de la supuesta 'libertad' de no vacunarse- se juntaron para vivarlo al grito de ''Free Nole'' cuando salía del juzgado.

Fue tanto el caos desplegado -incluso un fanático se subió al techo de su auto- que la policía terminó dispersando la manifestación arrojando gases.

Descontrol en en el caso Djokovic: un serbio se pone a saltar encima del coche de Novak I MARCA

Pero este no es el final de la controversia ya que la decisión del juez Anthony Kelly de ordenar al gobierno australiano la liberación del tenista, la entrega de su pasaporte y hacerse cargo de los costes legales no exime la posibilidad de que se cancele su visa y no pueda participar del Abierto australiano.