A pesar de que el director del torneo, Craig Tiley, explicó que el tenista serbio no recibió “favores especiales” para competir, el permiso recibido por Novak Djokovic para participar del Abierto de Australia se convirtió en un escándalo.

Tiley señaló que hubo 26 personas que pidieron una derogación, y que sólo algunas lo consiguieron: ”A cualquier persona que reuniera las condiciones se le ha permitido venir. No hubo favores especiales. No hay ninguna oportunidad especial para Novak”,.

Las críticas arreciaron y hasta el primer ministro australiano, Scott Morrison habló: “Si las razones de la exención de Djokovic son insuficientes, el tenista estará en el próximo avión de regreso a su casa. Esperamos su presentación y las pruebas que nos dé para apoyar la medida. Sería realmente útil si Novak explica las condiciones por las que ha pedido y obtenido una exención médica. Lo invito a que hable de este tema con la comunidad. Hemos pasado por un período muy difícil en estos dos últimos años y valoraría algunas respuestas sobre este tema”.

La controversia creció ya que las autoridades no le permitieran jugar a la tenista rusa Natalia Vikhlyantseva que está vacunada con Sputnik V porque la vacuna rusa no está aprobada en Australia.