A pesar de haberse operado en dos ocasiones (la segunda fue en febrero), su muñeca izquierda sigue sin ser la que era. Hoy está analizando nuevas alternativas para tratarse, pero la situación acarrea otras complicaciones: un desgaste mental y físico demasiado fuerte para un jugador que ya se perdió aproximadamente dos años de competencia.

Esta temporada esperaba que sea la del regreso pero no pudo ser: el tandilense sólo jugó dos torneos en 15 meses y será la tercera vez que se ausentará en Roland Garros.

Desde su entorno aseguran que las ganas de volver siguen intactas y que está buscando nuevas opciones. La pausa en los entrenamientos sería un consejo del doctor Richard Berger, con quien está en contacto e iría a visitarlo en las próximas semanas. También esta evaluando el futuro con Franco Davin, su entrenador.