Nota diario 'Marca' de España:

Pues al final va a ser verdad. Parecía una letanía de la estrella madridista, que no se cansaba de repetir que los méritos de su selección van mucho más allá de su sola presencia, pero quedaba por ver cómo rendiría Gales en una gran competición internacional.

El resultado es para sacar pecho, porque no muchos equipos son capaces de retomar la manija de un partido cuando las cosas se han torcido. Así lo hizo Gales, que se sobrepuso al tanto de Duda con una entereza encomiable.

A destacar el buen ojo de Chris Coleman con los cambios. El seleccionador galés dio paso a Ledley y Robson-Kanu y éstos le respondieron fabricando el tanto del triunfo. Un gol que estuvo lejos de ser una acción aislada, porque los británicos ya llevaban varios minutos rondando la meta de Kozázik.

La afición galesa, que dio toda una exhibición en las gradas del Stade Bordeaux-Atlantique, fue también parte fundamental de la reacción de su equipo. Y es que 58 años de espera invitan a dejarse la garganta en el empeño.

El duelo fue de menos a más, con una primera parte soporífera en la que sólo destacó el tanto de Bale, que aprovechó una indecisión de Kozázik bajo palos, y la ocasión inicial de Hamsík, que en la mejor acción individual del encuentro fue dejando rivales por los suelos antes de toparse con el providencial despeje de Ben Davies bajo palos.

Los centroeuropeos reaccionaron tras el descanso y fueron poniendo cerco a la meta defendida por el casi novato Danny Ward, que pese a todo pasaba la tarde sin demasiados sobresaltos.

El gol del empate, obra del recién ingresado Duda tras una enorme galopada de Mak, encendió todas las alarmas en una Gales poco ducha en estas lides, y por momentos dio la impresión de que los eslovacos se acabarían llevando el gato al agua.

El definitivo tanto de Robson-Kanu cerró varios debates, porque la debutante Gales demostró entereza y corazón cuando peor pintaban las cosas y, de paso, cerró las bocas de aquellos que decían que su sino dependía casi en exclusiva del enorme talento de Gareth Bale.

Cabezazo al palo

Un cabezazo al palo de Nemec a falta de cinco minutos pudo reescribir la historia del partido cuando los galeses parecían tenerlo todo de nuevo bajo control, pero la suerte estuvo esta vez de parte del equipo que más la buscó.

Pase lo que pase a partir de ahora, ya nadie dudará de que Gales son once hombres. Ese es el gran triunfo de una selección que no quiere ser una mera comparsa en la Eurocopa.

GALES 2 - 1 ESLOVAQUIA EUROCOPA 2016 HD