Ocurrió en el Australia Open 2016, en un partido disputado entre el suizo Roger Federer y Tomas Berdych, conocido por tener uno de los saques más rápidos del mundo. Este último se disponía a sacar, aunque la pelota salió desviada y le cobraron falta. Sin embargo, el más afectado fue uno de los ball boys, ya que la pelota impactó a 195 kilómetros por hora en sus genitales.

Al pasar el replay para comprobar la falta, la gente murmuró haciendo gestos de dolor compadeciéndose del lastimado alcanzapelotas.