Un pueblo. Tres adolescentes. El camino hacia la adultez a través del sexo. Ese podría ser un resumen mentiroso de la novela que propone Urman. Afortunadamente hay más.  El narrador tiene su monstruo personal que sabe guardar y alimentar hasta que la batalla se vuelve intensa sabiendo que hay un único posible ganador.

Urman nos recuerda al comienzo de la historia a Norma Jean  y su "monstruo perfecto y perdurable" llamado Marilyn Monroe pero advierte "Pocos tienen esa suerte. La mayoría somos horribles". No busca reflotar a Stevenson sino que es un monstruo más sutil;  psicológicamente depredatorio.  El tono profético de la muerte de Norma Jean queda temporalmente diluido en lo bucólico de una infancia feliz atrapada en un pueblo con borrachos que "le dicen cerveza al vino con gaseosa".

La amistad en loop del narrador y el mudo fotografiando parejas en los arbustos queda pausada con la aparición de una chica a la que le dicen "la insecto". Así se presenta el primer triángulo amoroso que une a los personajes hasta que el mudo se aleja por la muerte de su padre.

La relación de amor y odio- con una sensación de traición flotando- entre el narrador y la insecto es construída por Urman con soltura y con la oralidad a la que tiene acostumbrados a sus lectores. Sucesiones de hechos e imágenes que adquieren pequeñas dosis bizarras pero sin alejarse demasiado de lo posible en la vida en el pueblo y las pulsiones sexuales.

La aparición del mudo varios años después como director de películas porno hace crecer la historia. Con el mudo vienen la ciudad y las transformaciones. Surge el Machaco, un actor y sextoy que funcionará como alter ego del narrador para escapar a su vida de trabajos mentirosos. El narrador también será el mudo por momentos;  usando a los personajes que lo rodean como trajes intercambiables a conveniencia.

Urman juega con los sentimientos. La nostalgia, el remordimiento, el amor, el odio, el deseo; las fantasías tienen sexo en diversos planos que licúan lo que "realmente está pasando" para dar lugar a los posibles. Un viaje circular reflexivo que lleva a una lectura placentera, con algunos pequeños saltos, pero con lo suficiente como para arribar hasta la última página y al final del recorrido.

"La insecto, el mudo y el Machaco" de Julián Urman

Novela, 17 Grises editora. 2015

130 p.