Inspectores del ministerio de Salud de la Provincia, a cargo de Alejandro Collia, suspendieron fiestas de egresados en las que constataron que se vendía alcohol.

Las autoridades sanitarias advirtieron controles serán más frecuentes y exhaustivos durante este tramo del año. Además recordaron que todos los locales bailables fueron notificados sobre la prohibición de comercializar alcohol a menores.

En los operativos del año pasado fueron suspendidos unos 29 festejos por esta razón.

Los controles están a cargo de los inspectores del Registro provincial de Bebidas Alcohólicas (REBA), quienes en el último mes relevaron unas 70 fiestas, de las cuales sólo 12 debieron ser interrumpidas en las localidades de La Plata, Berisso, Berazategui, La Matanza, Avellaneda y Lanús.

El ministro de Salud, Alejandro Collia, atribuyó el éxito de la iniciativa al “trabajo preventivo y de sensibilización realizado durante todo el año junto con los municipios, así como también a la confección de un registro voluntario de fiestas y a las reuniones con padres y dueños de boliches bailables para advertirlos sobre las consecuencias y los riesgos vender alcohol a los chicos menores de 18 años”.

“Nuestro único objetivo es cuidar la salud de los adolescentes y hacer cumplir la Ley de Nocturnidad y el expendio de bebidas alcohólicas”, explicó Collia. “No estamos en contra de las fiestas de egresados, simplemente queremos que los chicos se diviertan sanamente, dentro de un marco que no sea perjudicial para su salud”, agregó.

Entre las medidas preventivas, la cartera sanitaria envió una notificación por escrito a los locales bailables y a los intendentes del Conurbano con el pedido concreto de que redoblen el esfuerzo en las inspecciones. “No hay excusa. Todos fueron advertidos sobre los límites de las fiestas de egresados y las consecuencias del incumplimiento”, señaló Collia. Y en ese sentido, pidió a los padres “colaboración y diálogo, para que la familia sea el primer espacio en el que se cuide de los adolescentes y se hable de los riesgos que entrañan los excesos y las adicciones”.

Desde la subsecretaría de Adicciones y Salud Mental advirtieron que los adolescentes son más vulnerables frente a los efectos del alcohol que las personas adultas, ya que la ingesta abusiva de estas bebidas provoca más daños en el cerebro en desarrollo de lo que se solía creer.