Martiniano Molina, el conocido chef y ex jugador de handball, quiere ser intendente de Quilmes por el Pro, pero mantiene una deuda de más de 100 mil pesos con el municipio que pretende gobernar.

La deuda es motivo a la falta de pago de servicios urbanos municipales entre 2009 y 2014, y, por otro lado, fue notificado por el inicio de acciones judiciales ante la falta de pago de los impuestos del año en curso correspondientes a su casa en el barrio cerrado "Club Alemán".

La intimación señala que a la fecha mencionada "no se ha verificado el pago de la misma, pese a haberse cursado en reiteradas oportunidades intimaciones", sin embargo pocos días antes de las elecciones primarias de comienzos de agosto, el candidato quilmeño se presentó para resolver su deuda.

De esta manera, el ex campeón de handball consiguió que la deuda generada entre 2004 y 2009 fuera declarada prescripta, aunque accedió a un plan de facilidades de pago para saldar deudas por el período 2009-2014 por 105.000 pesos de deuda, para lo cual debió pagar una primera cuota.

Desde el municipio dudan del cumplimiento del plan ya que, además de los antecedentes que muestran una década de morosidad, Molina aún no ha pagado ni una de las cuotas del impuesto municipal correspondientes a 2015.

Esta última deuda, que suma casi 10.000 pesos más, fue nuevamente notificada el 12 de agosto pasado y se le concedieron al cocinero 10 días hábiles para "que proceda a la regularización de la situación bajo apercibimiento de iniciar el juicio de apremio y pedir el embargo preventivo, con costos y costas a su cargo".

Todavía queda por ver si finalmente Martiniano saldará su deuda con el municipio antes de las elecciones de octubre.