El primer jardín que visitamos se llama “Piedritas” y allí concurren 110 chicos entre el turno mañana y el turno tarde que se reparten en 4 salas distintas. Este jardín sin embargo no es uno más: es un jardín comunitario. Está ubicado en Fiorito donde se mezclan las calles de tierras con las asfaltadas, las casas más precarias con las ‘lindas de las cuadras’.

Es temprano, los nenes juegan en el patio trasero. Adentro reina el silencio. Hay fotos pegadas por las paredes. A pesar de que a simple vista se ve que la construcción es precaria el lugar es agradable, cálido, se nota que hay amor. Arriba están las salas. Hay que subir varias escaleras para llegar a la dirección. Ahí nos quedamos.

“Estas instituciones que se reparten por toda la provincia de Buenos Aires nacieron de la necesidad” cuenta Daniel Cetta, coordinador de Sagrado Corazón de Jesús, otro jardín que está a tan solo unas cuadras. Nos explica que empezó el suyo cuando en el 2001 la gente del barrio iba a cartonear y no tenían donde dejar sus hijos. En ese momento prestó su local partidario.Los padres juntaban las monedas y algunas madres cuidaban durante el día a los hijos de sus vecinos. Después estás mujeres se llamaron “madres cuidadoras”.

El tiempo pasó y estos espacios se convirtieron en jardines comunitarios. Algunos se levantaron en casas privadas, en otros se alquilaron locales. “Somos jardines estatales porque trabajamos con el diseño curricular del estado pero de gestión privada” define Daniel a los jardines comunitarios. Fue entonces cuando los coordinadores empezaron a buscar ayuda para gestionarse.

“Esto lo iniciamos 5 jardines; hoy en Lomas de Zamora somos 55” agrega el coordinador de Sagrado Corazón. En el 2010 consigue para su institución la Clave Única de Escolaridad junto con otras 23. “Con esta clave podemos firmar la asignación universal por hijo” explica. En 2014 finalmente consiguen armar una ley que los contemple. Fue votada por el Senado, los Diputados y tuvo el visto bueno del entonces Gobernador, Daniel Scioli. “La ley 14.628 contempla la ayuda provincial que nunca llegó” asegura Ricardo González, el coordinador del jardín Piedritas.

“Si aplican la ley esto nos permite que nos reconozcan los sueldos (otorgarían salarios complementarios) y los aportes jubilatorios” agrega Daniel. “Nos pidieron que tengamos docentes recibidas y nosotros ya cumplimos” se queja después. Por el momento tienen una escasa ayuda económica. En el caso del Jardín Sagrado Corazón se cobran 2 subsidios (dos salarios de docente inicial) y en el Piedritas ‘Primera infancia’ a través de Nación les entró ahora por primera vez después de seis meses un pequeño monto para “gastos”. La ley, en tanto, sigue sin ser regulada.