Con las elecciones cada vez más cerca, en los pasillos del Palacio Municipal de Moreno se respira confianza. Es que según encuestas realizadas por el kirchnerismo, el intendente Walter Festa le sacaría "más de dieciocho puntos al segundo y más de veinticinco al tercero".

Los números también habrían sido ratificados por los que mide la oposición, que también da como ganador al jefe comunal. 

Festa es uno de los representantes comunales más jóvenes del conurbano. Llegó al poder en 2015, cuando de la mano de Cristina Kirchner, derrocó al barón Mariano West.

Como recuerdan desde la gestión municipal, Festa llegó a un municipio desbordado de conflictos estructurales, con una desidia a nivel económico y de infraestructura que asombraba. Y la confianza se debe en parte a que "lograron sortear la tormenta". Incluso hablan de este período como una verdadera "odisea".

El propio jefe comunal contó que en las arcas municipales, al inicio de su gestión, sólo había $32 mil pesos y millones en deudas, entre ellas el sueldo de los trabajadores municipales. 

Festa parece haber ordenado las finanzas municipales con un trabajo de obrero e ingenio, teniendo una constante presencia en el territorio y una fuerte cercanía a su pueblo.

Moreno es un municipio que venía muy postergado tras la gestión del viejo caudillo que no supo resolver las necesidades de los vecinos.

Desde la dirigencia local se entusiasman con lo que podrán lograr en el segundo mandato, cuando el Gobierno nacional y provincial sean del mismo color político y con la misma sensibilidad con el pueblo.