El cielo de El Calafate fue testigo de un nuevo récord mundial: una aeronave alcanzó los 15.902 kilómetros de altura (52.172 pies), logrando batir una marca de altura de vuelo sin motor que ostentaba el Perlan I.

Se trata del Perlan II, un proyecto que nació entre 1968 y 1986 de la mano de Einar Enevoldson, un piloto de investigación civil para el Centro de Investigación de Vuelo de la NASA, quien recopiló a lo largo de los años evidencia científica sobre la existencia de un fenómeno meteorológico desconocido hasta entonces: las ondas de montaña estratosféricas, que recrean las condiciones excepcionales y necesarias para que un aeroplano pueda alcanzar alturas, hasta hace unos años impensadas e imposibles.

Fuente: Clarín.
Fuente: Clarín.

En 1999, el aventurero, navegante y aviador Steve Fossett decidió financiar el proyecto Perlan Mission I y participar como piloto; logrando junto a Enevoldson, en el 2006, el récord de 50.722 pies que se mantuvo vigente hasta este lunes.  

A partir de 2014, luego de la muerte de Fossett, el proyecto pasó a manos de Airbus. Así, el Perlan II comenzó sus vuelos presurizados, algo inédito para un aeroplano, validando el sistema que permite a los pilotos sobrevivir en unas condiciones atmosféricas similares a las de Marte; busca ayudar a cerrar brechas de información relacionadas con el cambio climático; aprender más sobre aeronaves volando en climas extremos a grandes altitudes, efectos de la radiación en pilotos y también sobre las posibilidades de los aviones en la estratósfera, entre otros.

En esta línea, el Perlan II consiguió el récord, aunque en realidad el objetivo final de la misión es superar los 27 kilómetros (90 mil pies) dentro de la estratósfera y quedar en las puertas del espacio exterior.

Fuente: Clarín.
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"Cada logro de Airbus Perlan Mission II nos permite seguir aprendiendo más sobre cómo podemos volar más alto, más rápido y de manera más limpia, pero también nos enseña que la aviación sigue teniendo la capacidad de sorprendernos, de apasionarnos y motivarnos para alcanzar nuevas fronteras", destacó Tom Enders, CEO de Airbus, de acuerdo con Infobae.

El sitio elegido para romper la marca mundial fue El Calafate, en la Patagonia argentina, ya que es uno de los pocos lugares del planeta donde se combinan vientos de montaña y vórtices polares, que crean así las corrientes estratosféricas de montaña más altas del mundo.